Cómo ahorrar con la potencia eléctrica

Tal y como se está poniendo el precio de la luz, resulta indispensable analizar formas de ahorro en la factura eléctrica. La primera y más importante es contar con un buen aislamiento en la vivienda ya que evitará la pérdida de energía con el consiguiente ahorro económico. A menor pérdida, menor consumo y menor pago. Una vez que la vivienda cuente con el mejor aislamiento posible es el momento de estudiar vías de disminución de la factura de la luz. Como ya sabemos, la factura tiene dos parte diferenciadas: una fija en la que se incluyen diversos conceptos, entre ellos la potencia contratada, y otra variable que se centra en nuestros consumo de energía. Ya hemos analizado en otros artículos cómo podemos ahorrar en el consumo, así que hoy queremos explicar cómo ahorrar con la potencia eléctrica.

En primer lugar es bueno definir qué es la potencia eléctrica, que nos indica la cantidad de kW que se pueden conectar a la vez a la red eléctrica de una vivienda. En la actualidad, la potencia eléctrica se divide en dos periodos con un precio del kW diferente para cada uno: punta (lunes a viernes de 8h a 00h) y valle (lunes a viernes de 00h a 8h y todos los fines de semana y festivos). Puedes contratar una potencia diferente para cada tramo o mantener la misma. Lo que tienes que buscar es ele equilibrio entre no pagar demás ni hacer que salte el ICP, lo que indica que la potencia contratada no es suficiente para el consumo demandado en la vivienda. Por todo ello, conocer la potencia que necesitamos nos ayudará a ajustar nuestra factura. Es decir, conocer cómo ahorrar con la potencia eléctrica.

ahorrar con la potencia eléctricaPero ¿cómo saber qué potencia necesitamos en nuestra vivienda sin quedarnos cortos ni pagar demás? Para ahorrar con la potencia eléctrica tendremos que tener en cuenta varios factores:

  • Cuántas personas viven en la casa.
  • El número de electrodomésticos.
  • El consumo de los electrodomésticos.
  • Cuántos electrodomésticos funcionan al mismo tiempo.

Con estos datos se puede establecer la potencia necesaria. En caso de que no la conozcas, lo más útil es acudir a un profesional eléctrico que te indicará tu necesidad en función de las características de tu vivienda. La potencia mínima son 2,3 KW y la máxima en una vivienda normal es de 10-15 kw. Lo que está claro es que ajustando las dos potencias posibles a las necesidades reales de la vivienda se puede lograr ahorrar con la potencia eléctrica.