Aislar tu vivienda es la mejor inversión

Si siempre perseguimos que este blog tenga un carácter práctico, huyendo de grandes tecnicismos, hoy, mucho más. Porque os queremos hablar de que aislar tu vivienda es la mejor inversión que puedes hacer.

Y es que, aislar térmicamente una vivienda no es solo una mejora estética o de confort: es una de las decisiones más inteligentes y rentables que puedes tomar como propietario, y esto es mucho decir, pero que se apoya en argumentos serios y confiables y que iremos desgranando en las siguientes líneas.

Por ejemplo, en un contexto como el que vivimos hoy en día de precios energéticos inestables y creciente preocupación por la sostenibilidad, mejorar el aislamiento de tu casa reduce drásticamente el consumo de energía, incrementa el confort y revaloriza el inmueble. Sólo esta frase ya contiene argumentos de peso para que consideres que aislar tu vivienda es la mejor inversión, pero, por si tienes aún alguna duda, te mostramos por qué aislar es una inversión que se amortiza rápidamente y cómo puedes beneficiarte de ayudas públicas para hacerlo más accesible.

Pero comencemos por preguntarnos ¿por qué es tan importante el aislamiento? Echando la vista atrás, podemos observar que En España, más del 50% de las viviendas fueron construidas antes de 1980, cuando no existían normativas obligatorias sobre aislamiento térmico. Y esto nos lleva directamente a pensar que por ese motivo, millones de hogares pierden calor en invierno y ganan calor en verano, obligando a un uso intensivo de calefacción y aire acondicionado. Y elevando la factura energética de forma considerable. Y si nos tocan el bolsillo…

Y es que los datos hablan por sí solos y nunca mienten. Como el que facilita la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), asegurando que una vivienda de 90 metros cuadrados con una calificación energética E puede gastar hasta 1.000 euros más al año en calefacción que una con etiqueta A. Esto se traduce en un consumo casi diez veces superior… y un motivo más que suficiente para ponernos en manos de profesionales para aislar nuestra vivienda.

Como decimos, las cifras son irrefutables, así que vamos a mostrar algunas de las más importantes, como que el aislamiento térmico puede reducir el consumo de energía entre un 30% y un 70%, dependiendo del tipo de vivienda y del estado previo del aislamiento. Por ejemplo, en viviendas unifamiliares puede ahorrar hasta 700 euros al año en calefacción y refrigeración, con una inversión aproximada de sólo 2.000. Y en pisos de altura, el ahorro puede alcanzar los 300 euros anuales, con una inversión de alrededor de 1.000  Vale la pena, ¿no? Ya os decimos que aislar tu vivienda es la mejor inversión.

Pero, ¿y si, además, tenemos en cuenta que el aislamiento no solo reduce el consumo energético en invierno, y que en verano, puede disminuir hasta un 50% el uso de aire acondicionado, proporcionando un confort térmico constante durante todo el año? Lo dicho, los datos son incontestables.

Pero claro, también nos diréis que al principio hay que hacer un fuerte desembolso. Pero Una de las grandes ventajas del aislamiento es su rápida amortización. Según cálculos de expertos, una inversión de 1.250 euros en aislamiento puede generar un ahorro anual de aproximadamente 411 euros, lo que significa que en poco más de 3 años habrás recuperado tu inversión. A lo largo de una vida útil estimada de 30 años, el ahorro total puede superar los 11.000 euros. Con estas cifras sobre la mesa, no hace falta ni pensárselo; aislar tu vivienda es la mejor inversión.

Y aún no hemos comentado la posibilidad real de acogerse a ayudas públicas que mitiguen la inversión inicial. Por ejemplo, el Gobierno de España, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ofrece subvenciones que cubren entre el 30% y el 80% del coste de las obras de aislamiento térmico, excluyendo el IVA. Estas ayudas están disponibles para viviendas individuales y edificios completos, siempre que se logre una mejora significativa en la eficiencia energética. Y no sólo eso, también existen deducciones fiscales que permiten desgravar hasta el 60% de la inversión en rehabilitación energética, dependiendo del nivel de mejora alcanzado.

Pero el mundo no se reduce a números y términos económicos, también es calidad de vida. Por eso, más allá del ahorro económico, el aislamiento térmico mejora significativamente el confort en el hogar, eliminando corrientes de aire y manteniendo una temperatura estable. Es decir, nuestra vivienda será un auténtico espacio de descanso y relax.

Creemos que hemos demostrado con argumentos sólidos que invertir en el aislamiento térmico de tu vivienda es una decisión inteligente que se traduce en ahorro económico y  mejora del confort. Con ayudas públicas disponibles y una amortización rápida, no hay razón para posponer la decisión. ¿Hablamos?