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Hoy os queremos hablar de uno de los términos más en boga en este mundillo del aislamiento: El aislamiento térmico reflexivo.

¿Qué es el aislamiento térmico reflexivo?

Lo primero que tenemos que decir es que está suponiendo un gran avance en el mundo del aislamiento. El aislamiento térmico reflexivo está compuesto por varias capas de diferentes materiales con el aluminio como principal elemento. Entre sus máximos beneficios se puede destacar que que son muy ligeros, flexibles y de un espesor muy reducido, lo que los hace ideales tanto a la hora del transporte como del almacenaje. Pero no os creáis que por ser muy delgados y flexibles, pierden efectividad. Más al contrario, los estudios demuestran que tienen un coeficiente de conductividad realmente bajo al tiempo que son muy resistentes térmicamente.

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Ocupando un espacio mucho menor, son aislantes muy resistentes. Parece que pondrán en serios aprietos a los aislantes tradicionales de obra, como la lana de roca o vidrio, las placas de extrusión, el polietileno expandido o la espuma de poliuretano.

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¿Cómo funcionan los aislantes térmicos reflexivos?

Los aislantes reflexivos se instalan principalmente entre dos cámaras para lograr un funcionamiento eficaz. Es la radiación la que produce la transmisión de calor, una vez reducida la conducción y la convección.

Esto sucede porque el aluminio refleja el calor por radiación, siendo de forma interna en invierno y en verano proyectando hacia fuera.

Los más comunes son los aislantes reflexivos multicapa y los que disponen dos capas de aluminio y una base de espuma de polietileno o base de burbujas.

¿Cuáles son las ventajas del aislamiento térmico reflexivo?

Las ventajas que tienen estos nuevos materiales son enormes. Baste pensar que son una parte importante en todo el sistema de aislamiento térmico y acústico de los nuevos edificios de consumo energético casi nulo. Pero enumeremos algunas de sus ventajas:

  • Gran facilidad en el almacenaje y transporte.
  • Gran poder de resistencia térmico-acústica.
  • No pierde sus propiedades con el paso del tiempo y no necesita mantenimiento.

Este último punto es muy importante, puesto que los aislantes tradicionales son grandes aislantes, pero existe la posibilidad de que pierdan parte de su efectividad con el paso del tiempo. Por su parte, los aislamientos térmicos reflexivos no pierden efectividad en ningún momento.

Por último, también hay que destacar la importancia de su mínimo grosor, algo muy importante cuando hablamos de su instalación en bloques de pisos.